Saturday, March 18, 2006

Virginia Honey

-¿…Cómo? ¿virgen dice ud?- Pregunto sin ocultar el tono irónico de mi voz.
-Lo soy! claro que…emocionalmente… Siempre es mi primera vez… digo, con cada hombre es siempre la primera vez.- dice Virginia con soltura recostándose contra el respaldo de la silla.
Sonríe y cruza las piernas. Las larguísimas piernas que brotan de su mínima pollera blanca. Le devuelvo la sonrisa y para mis adentros me deliro un poco. La imagino un poco…envidio a aquellos hombres.
Me sonríe nuevamente y con su mirada me señala algo en la mesa. Me saca con este gesto de mi sopor. Miro, la cinta del grabador dejó de correr.
Me doy cuenta que me he quedado embobado por unos segundos. Seguramente mirándola fijo con los ojos ciegos y la boca entreabierta. Me acomodo en mi asiento, un poco sobresaltado. Ella vuelve a sonreír, condescendiente y yo se lo agradezco y me relajo un poco. Los dos reímos, y aprovecho para tomar un sorbo de soda. Pienso que debe de estar acostumbrada este tipo de reacciones.
Mientras titubeo antes de hacer mi próxima pregunta, se acerca un mozo nuevo y pregunta si estamos bien. Ella voltea para pedirle un cenicero y el rostro del joven se ilumina. Yo observo por lo bajo mientras cambio la cinta del grabador y pienso: Si! Sin duda, esta acostumbrada a este tipo de reacciones. El cenicero llega en cuestión de segundos.